La psicóloga del Registro Único de Adoptantes, Lucía Monsalva, habló sobre las implicancias que tiene en los procesos emocionales, tanto en los niños como en los futuros padres, iniciar una adopción. Bajo esta mirada, junto a la Licenciada Soledad Salvi, ofrecerán una capacitación de tres meses destinada exclusivamente a psicólogos clínicos. La primera jornada será el 3 de agosto a las 9 horas.
La adopción es un acto trascendente que transforma no solo la vida de los niños, niñas y adolescentes, sino también la de los adultos que eligen este camino para formar una familia. Sin embargo, cuando se habla del tema generalmente se pone énfasis en los tiempos de espera, en el listado o en qué edades se pretenden los niños, y a un segundo plano quedan aspectos emocionales profundos: ¿Cómo se supera el duelo en los adultos en cuanto a su posibilidad de engendrar o no?, ¿qué recursos se deben tener para asumir una maternidad o paternidad adoptiva que no es similar a una biológica? ¿Por qué es importante la preservación de los vínculos fraternos en grupos de hermanos en situación de adoptabilidad?
Sobre esos interrogantes, las Licenciadas en Psicología e integrantes del equipo técnico del Registro Único de Adoptantes, Lucía Monsalva y Soledad Salvi, van a desandar a lo largo de tres meses, los procesos psicoemocionales que se ponen en juego en el acto de adoptar. Y lo harán a través de una capacitación denominada “Intervenciones Psicológicas en los Procesos de Adopción”, que estará destinada exclusivamente a psicólogos clínicos e iniciará el 3 de agosto a las 9:00 horas.
En diálogo con la Dirección de Prensa, la Lic. Monsalva contó cómo nació la iniciativa de realizar, por primera vez, este curso de actualización que se dictará los primeros viernes de agosto, septiembre y octubre de 9:00 a 18:00 horas en el aula Amanda Etcheverry del Instituto de Capacitación e Investigación, ubicada en la planta baja del Palacio de Justicia (9 de Julio 934).
“Trabajando en conjunto con colegas vimos que aún hay aspectos que se desconocen respecto a contenidos que serían psicoemocionales y vinculares propios de la adopción, que no se parecen a otras situaciones particulares. Es importante realizar este trabajo en conjunto con los colegas para que se tome conocimiento de las implicancias que tiene en los procesos emocionales, tanto en los niños como en los padres, iniciar una adopción”, reflexionó la profesional del RUA.
– Y por eso la presencia del psicólogo es vital, pero ¿cuál es el rol específico que tiene?
El rol del psicólogo es central a la hora de hacer el acompañamiento en los momentos de preparación para que se puedan manejar las ansiedades, los miedos ante una inminente guarda, y cuando asumen un niño también. El proceso de adaptación es complejo, requiere mucha demanda, muchos recursos emocionales para enfrentar esa situación.
– ¿Los niños o niñas también deberían hacer terapia?
También. Es necesario que los niños o niñas ingresen también a terapia porque vienen con vulneraciones y particularidades de su historia anterior y a la vez se tienen que adaptar a esta nueva familia. La idea es que los psicólogos se ubiquen en el lugar del niño, la adopción está pensada para los niños y a partir de allí poder ocupar esas carencias, desafíos, dificultades que se presentan. El trabajo del psicólogo clínico es trabajar en estos aspectos. Pensemos en el niño, por ejemplo, si tiene resuelto los duelos, qué vinculación tuvo con su familia de origen, como es el vínculo fraterno.
– En este sentido, uno de los objetivos de la terapia además de acompañar el proceso es el de ayudar a entender que muchas veces las cosas no son como se esperan…
Los padres se tienen que empoderar en saber que la adopción es un camino complejo, de mucha incertidumbre y trabajar en terapia tiene que ver con eso. Saber que hay que esperar, que a veces un juez hace una preselección y no quedan seleccionados, que el niño que llega muchas veces no es el niño `ideal‘ que tal vez habían esperado. Es la regla de juego que emocionalmente debe estar fuerte.
– Respecto al vínculo fraterno, muchas familias adoptivas a veces se muestran renuentes a que el niño continúe manteniendo contacto con su familia de origen. ¿Los mueve el miedo o el desconocimiento de la importancia de mantener ese vínculo?
Es muy importante darle continuidad al vínculo fraterno no solamente porque eso está establecido en el Código Civil sino porque vemos como dificultad que a veces los guardadores cuando asumen a ese niño, se resisten a vincularse con uno, dos o la cantidad de hermanos que sean que están en otra familia adoptiva, cuando ese niño mientras estuvo en su familia de origen vinculó con sus hermanos. Habrá que buscar el modo, el cómo y es necesario que los colegas comprendan la importancia que tiene ese vínculo, y la importancia que continúe.
PARA INTERESADOS
“Intervenciones Psicológicas en los Procesos de Adopción”, dará inicio el 3 de agosto de 9: a 18:00 horas. Las clases se desarrollarán en el Aula Amanda Etcheverry, ubicada en la planta baja del Palacio de Justicia; y estarán a cargo de las Licenciadas en Psicología del Equipo del Registro Único de Adoptantes (RUA), Lucía Monsalva y Soledad Silvi. Los otros dos encuentros están programados para el 7 de septiembre y el 5 de octubre, en idéntico horario y lugar.
La actividad tendrá un costo de 200 pesos por mes, con la opción de pagar los tres módulos juntos a 500 pesos. Los interesados en inscribirse deberán enviar un correo electrónico a la dirección: icitomasjofre@gmail.com. El cupo es limitado y la asistencia a las clases será de carácter obligatoria.
PARA DEPOSITAR
Para abonar el arancel del curso, los interesados deberán realizar un depósito a la siguiente cuenta: Cte. Cte. 409002-10 Nº CBU 0270101710004090020103 del Banco Supervielle y a nombre del Superior Tribunal de Justicia, CUIT 30-63459906-8
Redacción: E. Jofré
Corrección: J.N. Sanchez