GROOMING: “ES NECESARIO QUE LOS PADRES TENGAN PRESENCIA EN LA VIDA ONLINE DE SUS HIJOS”

Es una de las recomendaciones del Departamento de Investigación de Delitos Complejos del Poder Judicial de San Luis.

En Argentina el grooming es un delito penal, y se encuentra descripto en la Ley 26904 sancionada el 13 de noviembre de 2013 “Art. 1º- Incorpórase como artículo 131 del Código Penal el siguiente, art. 131: será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.

Atento el contexto actual de emergencia sanitaria y a las medidas tomadas en relación a ello, sobre todo del aislamiento social y obligatorio, niños, niñas y adolescentes pueden tener un uso mayor y prolongado de internet y redes sociales. Es de suma importancia que se informe acerca de los delitos informáticos, en este caso, el grooming.

El Departamento de Investigación de Delitos Complejos del Poder Judicial de San Luis, brindó a este medio una entrevista, en la cual informa acerca de qué es este delito, quienes son sus víctimas, cómo es el la forma de actuar del groomer, prevención y recomendaciones.

¿Qué es el grooming?

Es un delito que consiste en el acoso sexual y virtual a niños/as y adolescentes por parte de un adulto. El acosador simula ser un niño o niña a través de un perfil falso para establecer una conexión y control emocional con el fin de disminuir las inhibiciones de los chicos. A través de distintas técnicas de manipulación, el adulto consigue que el niño se desnude o realice actos de naturaleza sexual.

¿Cómo podemos detectarlo? ¿Cuál sería una situación de riesgo?

Como sabemos encontramos varias etapas dentro de lo que llamamos grooming que van desde el primer contacto con el menor hasta el acoso o extorsión. Tanto para los menores como para los adultos es fundamental identificar estas etapas para saber cuándo se está ante un posible caso o situación de riesgo.

Con respecto a los niños, pueden existir ciertas conductas del groomer que lo alerten, como ser cuando se pide el uso de cámara web o el envío de fotografías y videos, también conversaciones de índole sexual que lo hagan sentir incómodo. El groomer va a pedir que no le cuente a nadie sobre sus conversaciones y puede que insista en un  encuentro.

Así también, cuando crean perfiles falsos es posible detectar ciertas características en los mismos que pueden ser un indicativo de que no estamos conversando con quien creemos: pocos contactos, amigos o solo menores de edad, que no haya imágenes, fotos que permitan individualizarlo, entre otros.

Los menores y adolescentes tienen una excesiva confianza en el manejo de las nuevas tecnologías y no miden los riesgos al dialogar abiertamente y brindar información a personas desconocidas, con más peligro si lo hacen encerrados en sus habitaciones sin control de sus padres o tutores.

Ante alguna de estas situaciones o cualquier situación en que se sienta incómodo es fundamental que el niño pueda confiar en algún mayor de su entorno para no llegar a exponerse ante una situación de riesgo.

Respecto a los padres o mayores frente a los niños, hay que estar atentos a los cambios de conductas, hábitos  o humor del menor:

  • Cambios de hábitos en cuanto al tiempo y forma del uso de dispositivos e internet, oculta su celular o pantalla si alguien se acerca.
  • Altibajos en el rendimiento escolar.
  • Cambios de amistades o falta de ellas.

 

¿Cuál suele ser el perfil o la forma de actuar de un groomer?

El groomer  suele ser una persona que dispone de mucho tiempo para navegar en Internet.
En la mayoría de los casos, no contacta menores al azar, sino que busca y explora a los menores que cumplen con sus gustos personales, si, suena chocante, pero busca el tipo de menores que les gusta, puede ser por la edad, sexo, fisonomía, características físicas.

Busca en las redes sociales a sus víctimas, estudia sus gustos y rutinas. Una vez que ya la seleccionó, recopila información del entorno, en donde vive, amistades, familia, escuela.

En este punto, va haciendo anotaciones de los diferentes objetivos, y con esto se dispone a crear el perfil falso con imágenes de menores, teniendo en cuenta los gustos del menor. No lo contacta directamente, sino que lo va “rodeando” mandándoles solicitudes de amistad al entorno, preparando para cuando le envíe solicitud a la víctima ya cuente con varios amigos en común. Estos pueden ser, algunos contactos de la escuela, otros del club, o de la actividad que realice, incluso de diferentes plataformas de redes sociales si es necesario.  A esto lo utilizará como ventaja dándole una falsa sensación de seguridad a la víctima que chequeará las amistades en común.  Una vez contactado al menor, siempre se comunicará por chat ya que es un modo de ocultarse, nunca videollamada ni audio. Imitará al menor en su modo de expresarse buscando empatía, le hablará frecuentemente buscando información clave, tales como relación con los padres y sus rutinas laborales, horarios en que está solo, a donde asiste, característica de la vivienda, recorridos del colegio, elementos que le servirá a posterior.

Una vez afianzada la amistad, comenzará a realizar conversaciones inapropiadas, enviando fotos intimas de menores y desafiándolo a que realice lo mismo y si el menor se niega, usa frases típicas tales como: “¿no me tenés confianza?”, “¡ya nos conocemos hace tiempo!” “ya sos grande y no es necesario que le cuentes nada a tus papas” “esto es un secreto entre nosotros”.

Busca naturalizar este tipo de temática con el fin de que le mande contenido íntimo. Cuando lo consigue, se nutre del mismo, si el menor se niega en algún momento después de que ya mandó algo de contenido, comienza la etapa de sextorsíon, amenazándolo de que hará público el material que ya tiene con el entorno del menor.    

¿Cómo podemos prevenirlo?

Al ser un delito donde está en juego el uso de redes sociales por parte de un menor, y siendo estas el medio   de permanente uso para comunicación, para educación, ocio y diversión, sin saberlo y con excesiva confianza las utilizan todo el tiempo, sin los debidos cuidados.

Para erradicar este delito es fundamental informarse, es necesario que los padres tengan presencia en la vida online de sus hijos, así como conocemos sus actividades en su vida diaria, la escuela, el club, sus amistades, es necesario conocer también su vida online, las redes sociales que utilizan, que páginas visitan habitualmente, gente con la que interactúan, etc. Si bien muchas veces pensamos que nuestros hijos saben mucho más que nosotros en el uso de las nuevas tecnologías, no debemos dejar de acompañarlos e informarles sobre los riesgos que existen en internet. Hace falta compromiso en la educación digital para padres y tutores también.

La prevención es factible si uno está cerca de ellos, manteniendo una relación de confianza para saber que hacen en ese entorno, quiénes son sus amigos, sus contactos. Que sepan  que si hay algo extraño en las charlas con sus amigos se animen a contarlo, ya sea en su contenido  o en la forma del diálogo entablado. Asimismo, hay que prestar más atención a lo que sea  de índole sexual.  Al ser temas delicados o vergonzosos es posible que no quieran dar a conocer si les ocurrió. Haciéndoles saber que les puede ocurrir y que lo malo es no contarlo.

Por ello se debe crear una relación de comodidad donde el menor pueda sentirse en confianza de dialogar temas como estos. Lamentablemente en el trabajo cotidiano uno ve cómo los menores entran en confianza  y responden sin miedo brindando información de su familia, sus hermanos, su colegio, amigos, temas de conversación e imágenes íntimas sin temor ni vergüenza. El groomer sabe cómo entablar esa relación de confianza con el menor.

Se les debe informar que no debe hablar con desconocidos, no brindarles información sensible de ellos, de sus actividades, amigos, colegio, familia  si no saben a ciencia cierta quiénes son, utilizar a conciencia sus plataformas, ayudarles a configurar su privacidad en redes sociales. No permitir que se encierren solos con sus pantallas, que cuiden su intimidad, que no accedan a pedidos incómodos, que si les pasa lo cuenten a una persona mayor de confianza y que no borren los contenidos y las charlas.

¿Qué recomendaciones pueden brindarles a los padres respecto del uso de redes a sus hijos?

Un buen comienzo es enseñarles a usar responsablemente internet y las redes sociales. Tienen que saber sobre los riesgos que corren y aclararles cómo funcionan las herramientas de protección.

Es un buen consejo decirles que no hay que compartir contraseñas, información o imágenes comprometedoras por medios electrónicos, porque lo que se sube a internet no se borra nunca.

Otro punto donde se los puede ayudar es en la configuración de la privacidad en las redes sociales para que ellos vean qué información es accesible para los demás, evitando usar sus nombres completos y datos personales.

Hay que conversar mucho con ellos sobre todo el concepto de privacidad y así poder generar con ellos un pensamiento crítico a la hora de publicar información o imágenes en las redes. Esto va a permitir generar puntos de encuentros relacionados con las redes o sitios de internet.

El diálogo y la confianza con los chicos siempre es lo más importante.

Las preguntas necesarias son estas:

¿Qué redes sociales usas? ¿Qué aplicación tenés instalada en el celular? ¿Qué información tuya das en esa aplicación o en la red social? ¿Qué te divierte?  ¿Revisaste las configuraciones de privacidad? ¿A tu perfil lo puede ver cualquiera o solo tus contactos? ¿Lo que subís lo ve cualquiera o tus contactos? ¿Cuántos contactos tenés? ¿Los conocés en la vida real? ¿Tenés activada la geolocalización en tu celular? ¿Publicás información sensible como tu ubicación, domicilio, la escuela a la que vas?¿Hay alguna persona que te esté molestando en las redes sociales?.

¿Qué hacer ante un caso de grooming y a dónde denunciar?

Ante este delito se deben tener en cuenta los siguientes consejos:

  • No borrar: no borre, destruya o modifique la información que posea en sus dispositivos relacionados con el hecho. La integridad de la información digital es vital para poder seguir con las causas que se inicien.
  • No reenviar: nunca reenvíe la información (fotos, chats, videos, etc.) que constituyen el hecho.
  • Denunciar formalmente: no realice “escraches” o difunda el hecho en redes sociales o grupos de chats.

 

Ante la detección de un caso de grooming, las opciones para realizar la denuncia son las siguientes:

  • On-line desde cualquier parte de la provincia.
  • Por teléfono o por e-mail.
  • Comisaría más cercana a tu domicilio
  • Juzgados de Paz Centros y Salas de Mediación en situaciones de casos urgentes.

Para realizar una denuncia de manera on-line se deben completar los siguientes pasos:

  1. Acceder a la página del Poder Judicial (https://www.justiciasanluis.gov.ar/)
  2. Buscar en el sitio la sección de Denuncias. En la misma seleccionar la opción Denuncia Violencia Niños, Niñas y Adolescentes – Adultos mayores.
  3. Completar los formularios. Los mismos son simples de llenar y permiten subir cualquier tipo de archivo para adjuntar junto con la denuncia.

Las denuncias por teléfono o e-mail se pueden realizar a los siguientes contactos de acuerdo al lugar:

Una vez que se recibe una denuncia por cualquiera de los medios, se forma un expediente y es derivado al juez competente.

Entrevista: D. Zambrano

Corrección: G.Campana

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