
Este lunes se llevó a cabo una audiencia de formulación de cargos en el Juzgado de Garantías N°1 de la Primera Circunscripción Judicial, a cargo del juez Juan Manuel Montiveros Chada. En la audiencia, se imputó a Jorge Gabriel Leyes por los delitos de lesiones leves agravadas por el vínculo y por violencia de género, violación de domicilio, daños y amenazas simples, todo en perjuicio de su ex pareja. Además, el magistrado ordenó su prisión preventiva por 50 días, mientras se lleva adelante la investigación.
Leyes también fue imputado por lesiones leves y amenazas simples contra otra persona que se encontraba junto a la víctima al momento de los hechos.
UNA RESOLUCIÓN CON PERSPECTIVA DE GÉNERO
Al momento de fundamentar su decisión, el juez Montiveros Chada destacó que en casos de violencia de género la Justicia no debe analizar el hecho de manera aislada, sino que se debe considerar el contexto general de la relación y los antecedentes de violencia.
El magistrado explicó que, en el caso de Leyes, se tuvo en cuenta el historial previo de la relación, en el que ya existirían denuncias anteriores. Remarcó que “no se debe visualizar el hecho de manera recortada, sino considerar la historia completa”.
Respecto de la gravedad de la situación, sostuvo que la mecánica del hecho, como el ingreso intempestivo al domicilio y la agresión con una botella, permiten presumir un alto nivel de riesgo. Por lo que entendió que correspondía imponer una medida de coerción más severa.
Asimismo, aclaró que su decisión no desconoce el principio de inocencia y que, en caso de cambiar las condiciones, podría evaluarse más adelante alguna medida menos restrictiva.
LOS HECHOS
El 27 de abril, alrededor de las 4:30 de la madrugada, la víctima se encontraba en su domicilio, ubicado en la localidad de Quines, junto a un amigo.
Según el relato de los hechos, comenzó a recibir insistentes llamadas telefónicas de Jorge Gabriel Leyes. Minutos después, tanto ella como su acompañante escucharon ruidos provenientes del exterior porque Leyes había trepado la tapia divisoria e ingresado al patio de la vivienda, donde golpeó puertas y ventanas exigiendo que le abrieran.
Tras lograr ingresar, confrontó a la víctima al ver que se encontraba acompañada, le propinó un golpe de puño y luego agredió al amigo de la mujer. Posteriormente, tomó un rastrillo de hierro del patio y continuó la agresión, además amenazó de muerte a los dos mientras los atacaba.
Tras un forcejeo, lograron sacar al agresor de la casa, pero en el exterior continuó persiguiendo al acompañante con el rastrillo. Este logró escapar y pedir auxilio en la vía pública, mientras Leyes volvió a ingresar a la vivienda, donde arrastró a la víctima a una habitación y la golpeó, incluso utilizó una botella de cerveza como arma, lo que le provocó pérdida de conciencia en dos oportunidades.
Alertada por los vecinos, la policía llegó al lugar y detuvo a Leyes en un terreno baldío cercano, alrededor de las 6:10 de la mañana.
LA PALABRA DE LA DEFENSA
La Defensora Oficial en lo Penal Nº 3, Stefanía Cifuentes, representante de Leyes, no objetó la calificación legal de los hechos, pero argumentó que la prisión preventiva debería ser considerada como “última ratio”, es decir, como último recurso. Afirmó que su defendido carece de medios económicos para fugarse y que, en relación al resguardo de la víctima y al riesgo de entorpecer el proceso, podían adoptarse medidas menos gravosas, como una prohibición de acercamiento.
LA RESOLUCIÓN DEL JUEZ
Tras escuchar a las partes, el juez Montiveros Chada resolvió formalizar la imputación en los términos solicitados por la Fiscalía de Instrucción Penal con intervención en Contexto de Género Nº 2, representada por la Fiscal Adjunta, Mercedes García. En cuanto a la prisión preventiva, la fijó en un plazo de 50 días, al considerar que ese tiempo sería suficiente para completar las tareas de investigación pendientes.