Luego de no hacer lugar a la prescripción planteada por la Defensa, se dio continuidad con la causa por abuso sexual.
Ayer, en la Sala de Juicios Orales N° 2 de la Segunda Circunscripción Judicial, en la segunda audiencia de la causa “Castillo Luis-Abuso Sexual”, se resolvió la prescripción planteada por la Defensa y declararon las tres víctimas.
En primer lugar, se dio lectura del auto interlocutorio que resolvió la prescripción por la acción penal planteada por el Defensor del acusado, Dr. Miguel Ángel Agundez. El Tribunal no hizo lugar al planteo porque entendió que ya fue resuelto por la Excma. Cámara Penal N° 1 de esta Circunscripción; “que lo decidido ha pasado en autoridad de cosa juzgada resultando inmodificable sus aspectos sustanciales, quedando este Tribunal impedido de modificar en esta instancia del juicio lo ya resuelto por un órgano jurisdiccional de igual grado”.
Cabe mencionar que la Presidente del Tribunal, Dra. María Silvia Insúa Del Castillo informó que a partir de hoy -en virtud de haber sido solicitado por la defensa del acusado y no habiendo interpuesto objeción la defensa de los damnificados, Dres. Alberto Mariani y María Laura Capobianco,- se permitirá el ingreso del público al recinto.
Tras el habitual juramento que se realiza al momento de brindar declaración testimonial, las víctimas –alumnos en ese entonces de entre cuarto y quinto año- relataron sus vivencias en el establecimiento educativo donde asistían. Los damnificados fueron sometidos a abusos sexuales, entre ellos manoseos, los cuales eran denominados por Castillo como “tocadita”, para pedirles que lo dejaran tocar sus partes íntimas, a cambio de un premio oneroso.
A su vez, a algunos de ellos les practicaba sexo oral, “me llevaba a una salita, trababa la puerta con el pie, y después me tocaba y me practicaba sexo oral, luego me daba un huevo Kinder, unas papas fritas, una gaseosa o alguna cosa material”, manifestó una de las víctimas.
Asimismo, expusieron que Castillo los hacía participar en juegos violentos, los cuales sufrían hasta el llanto. Además les hacía cosquillas, momento que también aprovechaba para tocarles los genitales. El imputado tenía varios lugares estratégicos donde esconderse para abusar de los niños.
Los denunciantes expresaron sentimientos de culpa y de ambigüedad que sufrían a causa de estos abusos, los que se repetían una o dos veces por semana, durante 3 años aproximadamente. En consecuencia, las víctimas enumeraron una serie de trastornos que hasta la actualidad, sufren a causa de los abusos recibidos en su infancia.
Cabe mencionar que durante los relatos, manifestaron que Castillo era querido por todos y que era una figura muy admirada por los niños. Les regalaba caramelos a todos y jugaba con muchos, pero con algunos tenía ciertas debilidades.
Hoy, continúa el debate a partir de la hora 10:00.
Redacción: G. Campana