Se está desarrollando en la localidad de Concarán y es dirigida por el Mgter. Antonio Ricardo Tula.
Ayer en horas de la mañana, en la localidad de Concarán, comenzó un nuevo ciclo de la Especialización en Mediación Familiar, a cargo del Abogado, Mediador y Mgter. en Psicoterapia Sistémica, Antonio Ricardo Tula.
Para dar apertura a la jornada, el capacitador solicitó a los alumnos que formaran equipos para trabajar sobre tres interrogantes: ¿Cuál es la importancia de la familia en la formación de la personalidad? ¿Cómo impacta la historia familiar en las relaciones? ¿Cómo influye en el mediador la propia historia familiar al momento de mediar?.
La propuesta tuvo como fin reflexionar sobre el posicionamiento que cada mediador adopta, desde su historia personal, a la hora de intervenir en casos de familia.
A razón de lo expuesto, el Dr. Tula explicó que generalmente, el mediador se forma una idea, una hipótesis respecto de las partes y del problema que originó el conflicto, afirmando que no existe la objetividad sino la intersubjetividad. Ésta última, enfatiza el conocimiento compartido y el consenso como componentes esenciales en la formación de nuestras ideas y relaciones, y es un concepto clave para entender el proceso de la mediación que consiste básicamente en una negociación entre las partes para arribar a un justo acuerdo.
Asimismo, señaló la importancia de que los mediadores se especialicen en materia de familia, ya que la mayoría de los casos que ingresan a mediación provienen de ese ámbito.
“Vamos a trabajar sobre diferentes conceptos de familia, que va más allá de lo jurídico, para que puedan conocer cuáles son los procesos del ciclo vital de la familia, su historia, el proceso evolutivo de las personas, los distintos tipo de tensiones y crisis familiares, el ciclo vital del divorcio, los indicadores de violencia, etc.”, afirmó el especialista, y agregó que “todos estos aspectos fortalecen la práctica del mediador al momento de intervenir en una temática de tanta sensibilidad social”.
Finalmente, comentó que los casos más comunes en mediación familiar son los que surgen a partir de la desvinculación de una pareja, las cuestiones relacionadas con los bienes de la sociedad conyugal, el cuidado y la protección de los niños, y la contribución en los gastos familiares. “Pero detrás de eso existen historias, enojos, que muchas veces son tan fuertes a nivel relacional que no permiten abarcar las cuestiones de contenido. Y el mediador tiene que detectar todo eso”, concluyó.
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Redacción: A. González Esquivel
Corrección:G.Campana