Según un estudio realizado por la ONU Mujeres, en la era digital, el avance tecnológico, ha exacerbado la violencia dirigida hacia mujeres y niñas. Esta realidad se ha gestado a través de diversas formas de abuso facilitadas por herramientas digitales e internet.
La violencia de género habilitada por la tecnología engloba una gama de actos perjudiciales dirigidos a individuos o grupos debido a su género, amplificados por el uso de tecnología. Este fenómeno desencadena daños físicos, sexuales, psicológicos, sociales, políticos y económicos.
Las modalidades de esta violencia son variadas: desde el ciberacoso y el hostigamiento virtual hasta la propagación de discursos de odio y el abuso de imágenes íntimas, conocido como “revenge porn” (porno venganza). Este último se ha agravado con la proliferación de deep fakes (falsos videos), complicando aún más la protección de la intimidad.
Las jóvenes, personas LGBTIQ+, mujeres con discapacidad y migrantes están particularmente expuestas a formas extremas de violencia digital. Este flagelo no se limita al ámbito virtual, trascendiendo las pantallas para amenazar la seguridad y los derechos de las mujeres en la vida real.
El impacto se extiende incluso al ámbito profesional, donde las mujeres líderes enfrentan una avalancha de críticas en línea que menoscaban su autoridad y reputación pública.
Para prevenir esta violencia, es sugerible aumentar la alfabetización en redes sociales entre la juventud, concientizar sobre la violencia cibernética, proporcionar servicios digitales éticos y seguros que prioricen la privacidad e incluir a las mujeres en el diseño tecnológico y en la toma de decisiones.
A pesar de los esfuerzos por contrarrestar este fenómeno, la naturaleza omnipresente de internet hace que el abuso persista, dejando secuelas profundas en la salud mental y física de las víctimas, así como en sus relaciones personales.
Para la erradicación de esta violencia, es importante: Rechazar los comentarios machistas, denunciar la violencia en línea y no difundir imágenes íntimas sin consentimiento, son acciones concretas que pueden ayudar a crear un entorno virtual seguro y beneficioso para todas las personas.
DENUNCIAS:
El Ministerio Público Fiscal tiene a disposición el sitio web “Mi Denuncia” es una plataforma en línea creada por el Poder Judicial de San Luis que permite a los ciudadanos presentar denuncias de forma virtual mediante la cumplimentación de un formulario en la web. Este sitio web fue desarrollado por la Procuración General y tiene como objetivo simplificar el acceso a los canales provinciales para reportar incidentes o situaciones que requieran atención oficial.
Dentro del sitio web, existen dos tipos de formularios destinados a la presentación de denuncias: uno dirigido a delitos en general y otro específico para reportar situaciones de violencia familiar y/o de género.
Cuando se opta por el ícono “Violencia”, se abren varias opciones para presentar una denuncia:
- “Telefónicamente”: Aquí, la persona proporciona su nombre completo, número de identificación, ubicación, número de teléfono (ya sea el suyo o de alguien de confianza) y horario para recibir contacto. Esta modalidad permite realizar la denuncia por vía telefónica.
- “Presencialmente”: Este método permite acceder a mapas interactivos para ubicar la comisaría o la sede judicial más cercana para presentar la denuncia en persona, brindando mayor información sobre la ubicación física.
- “Por esta Web”: Se ofrece la posibilidad de completar un formulario en línea o utilizar un “Asistente virtual” que guía en el proceso de presentar la denuncia. El Asistente virtual es un chatbot diseñado para ayudar en el llenado del formulario o para asistir en denuncias vía telefónica.
Además, en el formulario de denuncia, se solicitan detalles sobre la identidad del denunciante, la víctima y el agresor, incluyendo nombre completo, número de identificación, edad, dirección, ubicación, números de teléfono (propio o de una persona de confianza) y dirección de correo electrónico.
- La otra opción “Por esta Web”, está dirigida específicamente a instituciones, centros de salud, establecimientos educativos, ONG u otras organizaciones que necesiten informar sobre situaciones de violencia.