Asimismo resolvió dar continuidad al juicio oral en el cual se investiga el homicidio del Sr. Hugo Colucci. En esta oportunidad, prestó declaración testimonial uno de los imputados.
[singlepic id=347 w=320 h=240 float=none]
En horas de la mañana del día de hoy, el Tribunal de la Cámara Penal Nº 2 de la Primera Circunscripción Judicial, continuó con el debate oral en la causa “Suárez Esteban R.- Sosa Rodrigo R. y otros – Damnif. Colucci Hugo – Homicidio”, cuyos acusados son Esteban Rodrigo Suárez, Hugo Adán Lucero Arias, Pablo Alejandro Barrientos y Julieta Ocaña.
En esta ocasión, el Secretario -Dr. Javier Vallejos- dio lectura de la resolución del Tribunal, quien resolvió rechazar el planteo de incompetencia del Fiscal de Cámara y dar continuidad al juicio oral.
Luego llamó a declarar a los imputados Esteban Suárez, Adán Lucero Arias, Pablo Barrientos –quienes se abstuvieron de prestar declaración- y Julieta Ocaña, quien manifestó que el día del hecho, aproximadamente a las 20.30 hs. salió de la casa de su pareja –Lucero Arias- hacia el “Negocio Lucero”, -ubicado en calle 9 de julio y Rawson-, a comprar cigarrillos y como no tenían, se dirigió a otro local -sito en calle 25 de mayo y Rawson-. Allí se encontró con Barrientos, quien le pidió que le consiga cambio de $100. Entró al negocio, la atendió el Sr. Coco y le dijo que no tenía cambio. Entonces ella se lo comunicó a Barrientos y éste le pide que saque 2 bandejas de comida de la heladera –con el objetivo de conseguir cambio-. Ocaña cumple con lo solicitado y cuando se da vuelta y lo observa, advierte que tenía manchas de sangre en la mano derecha, en el buzo, en las medias, en los pantalones y en los zapatos. La declarante le preguntó por qué tenía esas manchas y él le respondió indagando si era muy notable. Antes de salir al lugar, Barrientos le manifestó “apurate porque me hice un rancho y me anda buscando la policía”. De inmediato, Ocaña se fue por calle 9 de julio y le llevó una bandeja a la Sra. de Barrientos y la otra bandeja la dejó en la casa de su pareja.
Seguidamente, se dirigió a otro negocio y se encontró a su pareja con un amigo apodado “Lorito”. Les comentó que Barrientos tenía plata y lo fueron a buscar para tomar bebidas. En el camino vieron a “Rasqueta” y Nélson, este último les dijo “se va a pudrir todo por el rancho que se mandó Pablito”. Además añadió que entraron al local y sacaron lo poco que quedó, refiriéndose a una garrafa y un secarropa.
Luego, Ocaña y Lucero Arias volvieron a su casa en la que se encontraba el suegro de la imputada. Éste escuchó la sirena de la ambulancia, salió a ver qué sucedía y volvió para contarles que “mataron al Señor que vive al lado de la casa del Bocha”, a lo que ella comentó “seguro que fue Pablito” y su pareja le respondió que no se involucrara.
Al otro día, los visitó un amigo de Lucero –apodado “Coqui”- y les dijo que estaban señalándolos a él y a Ocaña como los autores del crimen del negocio. Después salieron a la vereda y llegó Barrientos, quien les expresó que sólo lo quería golpear, no lo quería matar. También agregó “no me voy a ir sólo al penal, conmigo estuvo ‘el Zoquete’ y la Cutina’”.
Antes de concluir con su declaración –preguntada por los Defensores-, Ocaña aclaró que “hacer un rancho” significa entrar a robar una casa.
El Tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles 17 de abril, a las 9.30 hs. en la Sala de Juicios Orales Nº 2 de la ciudad de San Luis.