El Acompañante Terapéutico disertó este jueves sobre la “Función familiar y apoyos terapéuticos en la vida cotidiana: lo íntimo, lo público y lo extranjero. 
Luego del acto inaugural del Congreso Nacional de Acompañantes Terapéuticos, que se desarrolla en la ciudad de San Luis, se dio lugar a la primera exposición de la jornada, a cargo de Gustavo Rossi -Licenciado en Psicología y Acompañante Terapéutico-, quien abordó la temática “Función familiar y apoyos terapéuticos en la vida cotidiana: lo íntimo, lo público, lo extranjero”.
En este sentido, el disertante aclaró que la función del Acompañante Terapéutico (AT) se incluye ante una dinámica familiar en momentos en que los más cercanos también se encuentran afectados junto al sujeto que se acompaña: en situaciones donde aquel o aquella familia (o familiares, o referentes) que están con el sujeto en crisis o urgencia subjetiva, o en situación de cronificación y deterioro psíquico, no pueden por si solos.
A su vez, explicó que el AT interviene en la vida cotidiana de un sujeto y una familia -o entorno de referencia- cuyos padecimientos psíquicos resultan conflictivos para continuar con su vida cotidiana habitual. Como así también interviene ante situaciones donde se van a generar mayores tensiones o conflictos intersubjetivos, que pueden llevar a cuestiones impulsivas o de agresividad, es decir, en momentos donde su “ecosistema” afectivo requiere de algún apoyo, de un relevo que tranquilice y oriente esa situación. “La presencia, la palabra y la posibilidad de alojar con la escucha, que tiene el AT, suelen ser pacificadoras, para permitir la construcción de otras escenas frente a cuestiones vinculares cristalizadas, enfrentamientos, rencores, y distintos afectos que desembocan muchas veces en crisis mayores, cuando no en internaciones psiquiátricas que serían evitables”.
Respecto al mundo familiar, Rossi sostuvo que la vida diaria del hogar tiene sus sentidos e historias particulares que vienen de años, por lo que “el apoyo terapéutico parte de la base de la construcción de alguna confianza en el vínculo, para lo cual tenemos que ganarnos cierto respeto que nos permita intervenir frente a lo íntimo, que esa familia y esa persona confíen en nuestra ayuda ante las dificultades que atraviesan, las cuales puede ser que no quieren que sean públicas”.
Asimismo, el profesional manifestó que ofrecen cierto puente que permita un pasaje entre lo íntimo y lo público, “un vínculo terapéutico que opera como transicional entre ese territorio singular donde el sujeto habita -o no puede habitar por su padecer- y el mundo público, la escena social, los lugares que pueden resultar hostiles, que el sujeto por diferentes motivos puede evitar”.
Finalizada la disertación, se dio espacio a una ronda de preguntas, que fueron respondidas por el disertante.
Por último, el Presidente de la Asociación ESTAR, Sergio Suárez hizo entrega de un presente al disertante inaugural del Congreso de AT.
Redacción: J.N. Sanchez
Corrección: V. Besso
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