
Así lo consideró el Dr. Fabián Balcarce en la conferencia “El Derecho Penal y las Neurociencias”.
En una disertación magistral, el pasado 16 de octubre, el Fiscal ad-hoc de la Fiscalía General ante el Tribunal Oral Federal N° 2 de la ciudad de Córdoba y Miembro del Consejo de la Magistratura de la Nación, Dr. Fabián Balcarce, abordó la temática “El Derecho Penal y las Neurociencias”, en el Ciclo de Conferencias de Derecho Penal que viene llevando adelante el Instituto de Capacitación del Poder Judicial conjuntamente con la Universidad Católica de Cuyo –sede San Luis-.
Ante una gran concurrencia, el Dr. Balcarce fue presentado por el Coordinador de este ciclo y docente de la referida Universidad, Dr. Rafael Berruezo, quien expresó su satisfacción y orgullo por contar con la presencia en este ciclo, de un destacado magistrado y estudioso de las neurociencias.
Para introducir al auditorio en la temática, el disertante comenzó su charla haciendo un recorrido histórico desde el inicio de la humanidad hasta la actualidad, para describir el nacimiento y la evolución de las neurociencias, sobretodo, en el ámbito jurídico. “Hay un antes y un después en el derecho penal, después que la neurociencia hace su intervención. El derecho penal antes de ello, se había manejado con libre albedrío respecto a la rehabilitación y política criminal adoptada para las personas imputadas o condenadas”, refirió. “A finales de los años 90, el derecho penal empieza advertir el nacimiento de las neurociencias. Nosotros basamos nuestra vida en que existe Dios, la moral y el derecho. Es por eso que hoy se habla de neuroteología y neurociencia”. También agregó que la neurociencia ha emitido su análisis para definir la culpabilidad de un sujeto. En la teoría del delito, hubo otro pensamiento de autores italianos desde lo psicológico, social y genético, quienes sostienen -por hipótesis- que hay personas que nacen con capacidad de cometer hechos delictuosos, comentó el expositor.
Hay diversas posiciones que han manifestado los autores. Una “posición de máxima” es que el hombre está determinado, es decir, que no puede administrarse asimismo. Por ejemplo, a través de la resonancia magnética racional, de la tacografía, se pueden verificar por celdas hasta 100 mil neuronas y procesos neuronales en la cabeza del sujeto. “Éstas imágenes en una palabra, permiten leer la cabeza del sujeto, saber cómo actúan determinadas neuronas. Hasta se pueden ver en colores, esas neuronas, al momento de realizar diferentes actividades”, agregó el Dr. Balcarce.
Por otro lado, se refirió a las “posiciones de mínima”, que constituyen el vademécum que tienen los médicos sobre la psicopatía. “Por ejemplo, está comprobado que el psicópata es daltónico y no tienen moral. No manifiestan cambios de colores sus neuronas, al momento de discernir entre lo correcto o incorrecto. La psicopatía ha ingresado en el ámbito de las enfermedades en cualquier tipo de personas”.
El tercer tema, como “posiciones de mínima”, se aplica a los tumores cerebrales. Se ha comprobado que a partir de éstos, se pueden producir modificaciones en el cerebro de la persona que pueden producir la falta de distinción entre el bien y el mal. El sujeto está convencido que está haciendo la acción correcta. Se modifica la capacidad de determinar lo que era correcto o incorrecto, explicó de acuerdo a esta posición, el disertante.
Para terminar, trabajó sobre los llamados “mejoramientos cerebrales”. Por ejemplo, el primer mejoramiento externo que ha tenido el ser humano es el lenguaje, el cual es una convención social que nos permite comunicarnos con los demás. Hoy se considera mejoramientos externos a los avances tecnológicos para extender estas vías de comunicación, como los teléfonos inteligentes. También, se ha comprobado que hay remedios que activan a las personas para potenciar su capacidad intelectual, que también son considerados “mejoramientos externos”. Por otro lado, se ha advertido que ciertas personas que con chips en sus cabezas, como empresarios, pueden tener una mayor capacidad al momento de resolver situaciones difíciles, los estudiantes mejorar su capacidad de atención y los deportistas tener un mejor rendimiento físico.
En definitiva, estas implementaciones ya están siendo una realidad en otros países del mundo y poco a poco están llegando a nuestro continente. “Será tarea nuestra, el control y la aplicación de las mismas, para que redunde en beneficios del Derecho Penal y sobretodo de la sociedad. La neurociencia será el foco de discusión de los próximos veinte años”, concluyó el disertante, quien, finalizó su exposición, con un productivo debate con los asistentes a la conferencia.
Redacción: S. Lucero