LEYENDO CUENTOS: UNA EXPERIENCIA TERAPÉUTICA EN ÉPOCAS DONDE EL ADULTO NO EXISTE

Es el nombre del trabajo que presentó la Lic. Marisa Samper en el VI Congreso ULAPSI, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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El pasado 10 de junio la Coordinadora Provincial de Cámara Gesell del Poder Judicial de San Luis, Lic. Marisa Samper, participó en el VI Congreso ULAPSI (Unión Latinoamericana de Psicología), ocasión en la que presentó su trabajo “Leyendo cuentos: una experiencia terapéutica en épocas donde el adulto no existe”, en la mesa denominada “Propuestas Actuales de Psicología Jurídica y Forense”, bajo el eje temático “El cuidado de lo terapéutico dentro de lo pericial”.

En la oportunidad, la funcionaria puntana comentó que “desde la coordinación del área de Cámara Gesell y en el ejercicio de mi práctica comencé a observar con asombro, las crecientes consultas efectuadas por los adultos responsables de las víctimas entrevistadas”, y añadió que “en consecuencia y siguiendo la ética que propone el psicoanálisis los profesionales del equipo de Cámara Gesell nos propusimos responder a las demandas emergentes de las víctimas de abuso sexual y de los adultos que las acompañan”. A raíz de estas situaciones surgió la idea de crear un espacio que pudiera producir efectos terapéuticos.

A su vez, explicó que también asisten al surgimiento de la infantilización de los adultos que ubican al niño como un par y lo hacen participar de sus propias problemáticas.

Por otra parte, expresó que los cuentos infantiles permiten poner palabras allí donde reinó el silencio y el secreto, en tanto que toca al sujeto por su manera de enunciar y al mismo tiempo velar lo siniestro. “Los cuentos infantiles recurren a la fantasía y a lo mágico, sin pretender imponer criterios de realidad sobre lo que debería hacerse o sobre cuál sería el final esperado o la respuesta más adecuada a una determinada conflictiva”, manifestó la Lic. Samper.

Luego la Coordinadora aclaró que el significado que cada niño otorga al cuento es netamente personal, debido a que los relatos evocan en la mente del niño asociaciones que dependen de su historia, de sus recursos emocionales e intelectuales y de su entorno. “El cuento resulta terapéutico porque permitiría un cambio de posicionamiento en las víctimas, ya que al ser pensado como dispositivo analítico, otorga la palabra al niño para que pueda poner en juego su subjetividad, resignificar así lo traumático vivido y comenzar procesos reparatorios”, sostuvo.

Además, la funcionaria advirtió que la imagen podría evocar lo traumático que se encuentra por fuera de lo simbolizable y conformar así un camino facilitador para el tratamiento de lo siniestro. “El cuento debe ser leído por un profesional, para transmitir al niño que estamos dispuestos a escuchar y soportar su dolor y también que aprobamos, como adultos, su manera fantástica de resolución de conflictos, de venganza, de hacer activo lo sufrido de manera pasiva, entre otros”, expuso la Licenciada.

Para finalizar, la Lic. Samper manifestó que “por todo lo expuesto considero que ofrecer un espacio terapéutico, dentro del ámbito de la justicia, es posible. El 90% de los niños, niñas y adolescentes víctimas de Abuso Sexual a los que se les propuso este espacio, asistieron, esto confirma la existencia de una necesidad, que leída en su momento como demanda me permitió responder con mi deseo de crear un espacio con efecto terapéutico“.

Redacción: J.N. Sanchez

Corrección: M.C. Hang

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