Así lo manifestó el Dr. Pablo Hirschman –disertante de la Maestría- en referencia a los alumnos que están culminando sus estudios en esta especialización.
El sábado 1 de junio, en horas de la mañana, el Centro de Información Judicial dialogó con el Dr. Pablo Hirschman –docente a cargo del dictado del módulo de la capacitación prevista para el viernes 31 de mayo y sábado 1 de junio- donde reflexionó sobre el grupo de alumnos que está culminando esta formación de postgrado y el tema que tuvo a su cargo que fue, en este caso, “La Interpretación de la Ley”.
¿En cuántas oportunidades ha visitado la provincia de San Luis en el marco de la Maestría y cuáles han sido las temáticas abordadas?
La primera oportunidad fue a fines del 2011 donde hablé sobre “Constitución, Estado y Economía” para, de alguna manera, actualizar y precisar algunas nociones que son importante que manejen los Magistrados y que tengan soltura para comprenderlas porque están relacionadas, muchas veces, con los temas que tienen que decidir. Cuanto más precisos sean los conceptos o tengan más posibilidades de acceder a donde se imparten esos conocimientos, eso beneficiará las decisiones que tengan que adoptar.
Lo que diserté ayer y hoy tuvo que ver con la “interpretación de la Ley”. En este caso, la cuestión tiene importancia porque el Juez o el Abogado permanentemente están interpretando. Basta con que una mañana lea el Boletín Oficial y lo primero que hará, si algo le llama la atención o sus intereses están involucrados, será tratar de interpretarlo. También cuando llega o se inicia un expediente, sabe que ese expediente va a terminar con algo que él tenga que interpretar y cual será la Ley que va a aplicar a ese caso. La interpretación tiene otro aspecto que es muy importante, y tiene que ver en lo que hace a la difusión de los Magistrados porque será esto justamente, lo que le va a dar legitimidad a la decisión que tomó.
Para el caso de una autoridad que fue elegida democráticamente, su legitimidad está dada por los votos que ha recibido y los que recibirá, donde además se pondrá a prueba su dirección y eso marcará su actividad, mientras que en los Jueces esto es distinto porque lo que lo legitima es el valor argumentativo, la lógica de la decisión y la razonabilidad que haya puesto en el caso. En este sentido, es una legitimidad distinta.
En otras palabras, uno valora la autoridad política por cumplimiento de aquello que prometió o lo valora por la eficacia de lo que está haciendo en su obra de gobierno respetando la Constitución y las Leyes. En el caso del Juez, lo valora porque puede estimar que en su Juzgado pasa la vara de la justicia cuando resuelve de acuerdo con la lógica, y lo sabe explicar al resto de la comunidad.
Usted habla de interpretaciones del juez y del Abogado. Ahora, ¿qué opina sobre la interpretación que hace la prensa de casos, donde muchas veces, establecen juicios paralelos que no condicen con lo que quiso expresar el juez o lo que establece la Ley?
Pareciera que todo se resuelve con los refranes, y quizá sea la forma más fácil y simple, cuando se dice “zapatero a su zapato”. Así como el Juez por esencia no es un comunicador, sino quien juzga de acuerdo a los instrumentos que maneja, de la misma manera el hombre de prensa también usa sus instrumentos que son los que conoce. Lo que creo que es importante es que haya una buena interrelación. El juez debe juzgar bien, y el que comunica, tiene que hacerlo de la misma manera y complementarse porque yo hable recién de la legitimidad que le da la decisión judicial. El hecho de que su decisión pueda ser compartible y plausible, los términos en que muchas veces se maneja la comunicación del juez lo alejan del destinatario de sus decisiones que no deja de ser el ciudadano. Aquí es donde está el auxilio y el complemento importante de quien sabe manejar la comunicación.
Sin ninguna duda, el juez no debe ser un comunicador, no está preparado para eso, el que lo hace podrá ser un aficionado de mejor o peor calidad y siempre se corre el riesgo de que aparezca la peor calidad. Entonces eso hay que confiarlo en quien maneje y conozca el tema profesionalmente, así como el juez conoce el tema del juzgado.
No es una cuestión de enfrentamiento, sino de colaboración.
Desde su primera visita a finales del 2011 a la visita de hoy, y considerando que estamos asistiendo a un grupo que está culminando su capacitación de posgrado, ¿cuál ha sido la evolución que Ud. ha notado en el grupo a partir de aquella visita?
La primera nota es que ya me conocían, con lo cual yo también empecé a reconocer a varios de ellos. Con esto, la manera de establecer la comunicación fue más sencilla por los códigos comunes que ya manejábamos. Esto significó que en esta segunda oportunidad, uno no viene a entablar la comunicación sino a profundizarla y desde los dos lados. Sabemos lo que cada uno puede esperar del otro, y teniendo en cuenta eso como base, vine para profundizar conocimientos.
La experiencia que me llevo es que hemos profundizado la posibilidad de comunicación y eso es un resultado muy agradable.
Según su criterio ¿cuál es el bagaje de conocimientos que se lleva el alumno que está terminando de cursar la Maestría en Magistratura Judicial?
Yo lo puedo decir desde una de las partes de este proceso. La otra parte –el alumno- tal vez tenga más legitimidad para decirlo si le sirvió o no.
No obstante, desde mi lugar opino que en el tiempo que duran las clases, uno tiene la posibilidad de abstraerse del resto de las demás cosas y pensar en otras y tratarlas con mayor profundidad. Es decir, aquello que diariamente no podemos ver como queremos, ahora tenemos un momento como para hacerlo y es importante aprovecharlo tanto para el que asiste en calidad de alumno, como aquel que viene en calidad de capacitador. Esa siempre fue mi intención.
Se que me voy a encontrar con personas que vienen de trabajar y que han dejado sus áreas cotidianas que son muy exigentes. Entonces, a partir de encontrarnos estas horas, reflexionamos y conocemos temas que son importantes y que muchas veces por el esfuerzo cotidiano, se postergan y se dejan de lado. Si uno puede aprovechar esto, el resultado se ha conseguido.