PROFESIONALES DE LA SALUD DIERON SUS VERSIONES SOBRE EL TRATAMIENTO DE FRANCO ESCOBAR

Hoy declararon seis profesionales en la causa en donde se investiga una posible mala praxis que desembocó en la muerte del menor de 13 años.

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Continuando con el debate oral en donde se investiga la muerte del menor Franco Escobar -quien ingresó al Hospital de San Luis con una fractura de fémur, estuvo internado 21 días internado y luego de la operación falleció-, hoy, en la Cámara Penal N° 2, prestaron declaración seis testigos.

Iniciado el debate, la Enfermera Patricia Abarca -de Cuidados Especiales Pediátricos y Unidad de Terapia Intensiva-, declaró que el niño entró en paro y se lo reanimó mientras ella estaba de guardia, pero que no recordaba el horario en que ocurrió esto. Sostuvo que durante el tiempo en que Franco estuvo en terapia intensiva, se le realizó una transfusión de sangre. Preguntada por el Tribunal, afirmó que desde su experiencia “no son comunes los casos en que ingresen pacientes de traumatología a terapia intensiva“. Además, agregó que al hacerle la reanimación estuvieron más de 40 minutos. Por último, informó que quirófanos para niños, había uno, pero a veces se podía operar a los menores en el quirófano para adultos.

El Dr. Guillermo Monardes -pediatra, propuesto por la defensa del imputado Dr. José Luis Quinteros-, explicó la rutina diaria del área de pediatría, en donde se desempeña. Preguntado sobre si es común el uso del medicamento keterolac en menores -el cual fue suministrado a la víctima-, afirmó que es aprobado por el Garragahan y Vademecum y que se utiliza normalmente en pediatría. Preguntado por la defensa del particular daminificaco, sostuvo que su suministro es aconsejable entre 5 a 7 días, y que no es recomendable suministrarlo con otro medicamento que produzca también antiagregación plaquetaria -que inhibe la agregación de las plaquetas y por lo tanto coagula la sangre-, pero que si se exceden los días de su suministro, no sería grave. Además, afirmó que los exámenes previos a la cirugía, deben realizarse lo más próximo a la intervención -a Franco se los habían realizado cuando ingresó, y se lo operó 21 días después-, y que esos exámenes debe solicitarlos el equipo quirúrgico. El médico pediatra sostuvo que los tres medicamentos que le suministraron a Franco -nubanía, dipirona y keterolac-, se utilizan en casos de dolores extremos, ya que no es común, y que en su experiencia nunca le ha ocurrido tener que aplicar los tres medicamentos de forma simultánea. Por último, afirmó que “a un paciente con pérdida de sangre, como las heridas por quebradura, yo no le indicaría keterolac“.

Por su parte, la Dra.  Griselda Tálamo -pediatra-, sostuvo que todos los pediatras del Hospital de San Luis son médicos de cabecera -el de cabecera de Franco mientras estuvo en pediatría fue el Dr. Quinteros, imputado-, y que todos los días a la mañana, se “reparten” a los pacientes, pero aclaró que la responsabilidad por éstos es de todos, ya que “todos los médicos conocemos los casos, y por lo tanto cuando uno sale de guardia, otro compañero puede hacerse cargo del paciente”.  Además, afirmó que “todos los médicos pediatras hemos sido médicos de Franco“, pero que la responsabilidad sobre una posible mala administración de medicamentos recae sobre “el que firma”.  “Previo a la cirugía deben hacerse los estudios pre quirúrgicos, y en el caso de que el paciente esté internado -como Franco-, debe hacerse el día anterior”, sostuvo, y agregó que “la responsabilidad del pedido recae sobre el profesional que ha pedido la cirugía“.

También declararon los testigos Dr. Rodolfo Tolosa -pediatra neumólogo-, quien manifestó que no tuvo contacto con el menor, y comentó las prácticas cotidianas que se realizan en el Hospital de San Luis. Y la Dra. Marcela Braidot -pediatra-, quien sostuvo que los médicos de cabecera pueden ir variando, y no siempre se da que un paciente tenga el mismo médico durante el transcurso de su internación. Preguntada por el Fiscal de Cámara sobre quién era el médico de cabecera de Franco, sostuvo que “no sabría decirle, porque intervinieron varios profesionales”. Además, manifestó que lo recomendable es que los exámenes pre quirúrgicos se realicen 24 horas antes de la intervención, y que dichos exámenes son solicitados por el equipo quirúrgico.

Por último, el Dr. Raúl Eduardo Barbades Ceballos -especialista en traumatología y ortopedia-, informó que ingresó a la cirugía como ayudante de la imputada, Dra. María del Carmen Zalazar. Sostuvo que lo que se debía hacer, era una tracción en el fémur, y que como “no había forma de realizar la tracción, tuvimos que abrir el foco donde estaba la fractura, para poner el clavo”. El testigo afirmó que en la cirugía “todo fue normal”, pero que se le debió suministrar una transfusión de sangre, y que no estaba al tanto de por qué al terminar la operación se trasladó a Franco a terapia intensiva. Además, aseguró que los controles pre quirúrgicos están a cargo del equipo de pediatría, los cuales son revisados por el anestesista, quien es luego quien decide si se puede o no operar.

El Tribunal de la Cámara Penal N° 2 llamó a cuarto intermedio, e informó que la audiencia oral continuará mañana, 13 de noviembre, a las 9:00 hs.

  Redacción: K. Chovanec

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