
Este lunes en horas de la tarde, la Cámara Penal Nº 1 Residual de la Primera Circunscripción Judicial condenó a 20 años de prisión a un hombre acusado de abusar de sus dos hijas menores de edad.
El tribunal, conformado por el Dr. José Luis Flores –presidente- y los Dres. Jorge Sabaini Zapata y Sebastián Cadelago Filippi –vocales-, lo declaró penalmente responsable de los delitos de “Abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo (Art 119, tercer párrafo en relación al primer párrafo con el agravante del Inc. B del cuarto párrafo del Código Penal)” y “Abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo (Art. 119 segundo párrafo, en relación al Inciso B del cuarto párrafo), todo en concurso real”.
Horas antes del veredicto, las partes expresaron sus alegatos, en primer lugar, el Fiscal de Cámara -Dr. Fernando Rodríguez- solicitó que el imputado fuera condenado a sufrir la pena de 23 años de prisión por los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo y por el aprovechamiento de la convivencia preexistente siendo la víctima menor de edad, y abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y por el aprovechamiento de la convivencia preexistente siendo la víctima menor de edad todo en concurso real -dos hechos-, en concurso ideal con corrupción de menores agravada”.
A continuación el Dr. Ernesto Torres Mathieu, representante de la parte damnificada, manifestó estar en un todo de acuerdo con los alegatos y lo solicitado por el Fiscal de Cámara y agregó que tanto las víctimas como la progenitora de ambas, “se encuentran transitando un infierno” y que, para poder alcanzar algún tipo de paz, necesitaban un fallo condenatorio para el acusado.
Por su parte el Defensor de Cámara, Dr. Esteban Sala –representante del acusado- solicitó la absolución de su defendido por el beneficio de la duda y que de manera subsidiaria –en caso de que no se hiciera lugar a la absolución- se encuadraran las conductas de su defendido como “Abuso sexual simple con el agravante del vínculo” y que se tuviera presente la no concurrencia de otros agravantes.
Los hechos que se juzgaron fueron denunciados cuando una de las víctimas le contó a su mamá, en octubre de 2017, las situaciones que vivió junto a su hermana en el domicilio que habitaba la familia en el barrio 85 Viviendas. Los abusos ocurrieron cuando las niñas tenían entre 8 y 14 años, y se extendieron por un lapso de cuatro años.
Por tratarse de un delito contra la integridad sexual, dependiente de instancia privada, no se consignan los datos identificatorios de las partes a fin de preservar el derecho a la intimidad, privacidad y confidencialidad de las víctimas.