CON LENTES DE GÉNERO: ¿QUÉ SON Y CÓMO SE APLICAN EN LA JUSTICIA LABORAL?

Usar las “gafas violetas” o los “lentes de género” alude a mirar el mundo desde una perspectiva diferente, centrándonos en las relaciones entre hombres y mujeres y que ayudan a reconocer las múltiples formas de discriminación que las mujeres enfrentan en su vida cotidiana. Es una metáfora, pero también una herramienta para empezar a ver oportunidades de cambio en todos los entornos que integramos.

En ese sentido, la Jueza Laboral Nº 1 de San Luis, Adela Pérez Del Viso, explicó cómo aplica la perspectiva de género en las causas que tiene como víctimas a mujeres o grupos vulnerables.

“La perspectiva de género no es sólo por cuestiones penales, digamos de violencia física contra la mujer, sino que es transversal la cuestión de observar la perspectiva de género. Las violencias y los acosos no sólo contra la mujer sino contra otros colectivos vulnerables. Entonces, también en lo laboral, hay muchas oportunidades de observar cuestiones bajo esta perspectiva”.

Además agregó que existen protocolos, como los de las cortes de México y a nivel nacional, Córdoba y Buenos Aires, que brindan herramientas a los jueces y juezas para aplicar la mirada de género en el estudio de las causas. Dio como ejemplo las “categorías sospechosas” del reglamento mexicano, que aluden a diversos ítems que se van sumando como “el uso de la potestad disciplinaria del empleador, sumado a si el empleado era mujer o del colectivo LGTB (lesbianas, gays, bisexuales y trans), sumado a la imputación de que existe abuso de horas extras , sumado a si hay trabajo no registrado”.

Durante la entrevista también comentó diferentes casos en los que intervino, por ejemplo un “abuso deshonesto in itinere” que fue considerado un accidente de trabajo. “Visibilizamos que además de tratarse de un caso sistémico de cobro por accidente de trabajo, era una manifestación más de una situación de abuso ocurrido en la vía pública a una mujer porque era vulnerable”.

En cuanto a los casos de abuso laboral refirió que hay una gran diferencia entre los que recibía cuando ejercía como abogada y en los que ha intervenido actualmente como Magistrada. “Como abogada veía dos o tres por mes y a nivel judicial creo que si he tenido dos casos en todo el año es mucho”

“Lo cual marca la pauta de que no llegan los reclamos a la justicia porque probablemente las personas cuando son víctimas de acoso y abuso su autoestima baja, desciende, se sienten muy mal; si encima de cómo están, tienen que salir a hacer una lucha judicial, se les hace muy difícil”.

Para conocer más detalles mirá la entrevista completa:

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